La madrugada de ese cuatro de febrero nos quedamos esperando a los compañeros de aquel viejo grupo político de izquierda para tomar la circunvalación número dos. Nuestra misión era lanzar cauchos quemados sobre la carretera y colapsar el tráfico de esa vía que conecta el sur con el centro y norte de la ciudad de Maracaibo...nunca llegaron.
Después con las imágenes de televisión observamos los rostros de los que verdaderamente estaban detrás de aquel movimiento militar que intentó tomar el poder por la fuerza y desconocer al entonces presidente electo constitucionalmente, Carlos Andrés Pérez.
De sólo pronunciar ese nombre, que se abreviaba CAP, se me revuelve el estómago. Como estudiante universitario y reportero radial a la vez, observé en innumerables ocasiones a las bandas armadas de Acción Democrática sabotear marchas estudiantiles, abuchear a oradores en el Concejo Municipal de Maracaibo y la extinta Asamblea Legislativa, perseguir y “sapear” a dirigentes sindicales y estudiantiles ante los cuerpos policiales. Envalentonados los adecos, aprovechándose del poder que ostentaban tenían su fuerza de choque y no escatimaban esfuerzos en sacarla a la calle y utilizarla…para amedrentar, para meter miedo, para joder.
Las esperanzas de que las cosas cambiaran en este país se nos desvanecieron, por lo menos a una gran cantidad de jóvenes aquel 04 de febrero de 1992 cuando la asonada golpista fracasó en su intento pero seis años después ese mismo grupo de militares se alzó con el triunfo en un proceso electoral y las esperanzas revivieron.
Tiempos de cambios. Tiempos de revolución. Tiempos nuevos.
Lo que ví este martes 21 de julio en la Cámara Municipal de San Francisco me arrugó el alma. La directiva nacional de Fe y Alegría tenía un derecho de palabra para informar y explicar la posición de este movimiento de educación popular con respecto al Instituto Universitario San Francisco del cual pretende tomar el control el alcalde de este municipio, Omar Prieto, para convertirlo en la Universidad del Sur.
Fe y Alegría no se opone a semejante iniciativa. El problema está en que el alcalde Prieto ha descalificado en innumerables ocasiones el trabajo académico y al personal docente del Instituto Universitario San Francisco sobre todo a su directora a la cual ha tildado inclusive de guarimbera. Se le ha enviado comunicación para dialogar pero Prieto no da respuestas.
Con estos ojos que se han de comer los gusanos, como decía mi abuela, observé a estas personas vestidas de rojo gritando, insultando, empujando e inclusive golpeando a una dama en su rostro. A una presidenta de una desgastada Junta Parroquial, promovida por la denominada Cuarta República pero dama al fin…ser humano que indignada y humillada sollozó y lloró, más por la impotencia de verse arropada por aquella “marea roja” que por el dolor de su pómulo hinchado.
Al regresar a la radio donde trabajo, recordé aquellos años universitarios cuando observé a estudiantes, sindicalistas, dirigentes vecinales que indignados y humillados fueron arropados por la “marea blanca” de entonces, envalentonados por el poder que ostentaban.
No estoy seguro de qué color será la franela que usarán mañana? De lo que si estoy seguro es que los golpes dolerán igual aunque se cambien el traje.
jueves, 23 de julio de 2009
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