jueves, 11 de noviembre de 2010

Crónicas argentinas






En la calle no hay buhoneros, no hay basura y la gente respeta el rayado. Esto quizá es lo que más le llama la atención a alguien como yo que viene de Venezuela, del Caribe, de la costa y pisa tierra argentina por primera vez.

La ciudad de La Plata nos recibió muy bien a pesar del escándalo que hacen 17 venezolanos que llegan a un hostal modesto: con dos baños compartidos para más de 30 personas, que van y vienen.

La Plata está a poco más de una hora de la gran metrópolis que es Buenos Aires, capital de la inmensa República de Argentina que durante esta semana convocó a más de 500 representantes que participan en la Décima Asamblea Mundial de Radio Comunitarias, mejor conocido como AMARC 10.

El clima ha sido muy raro. El pasado domingo 07 de noviembre, a menos de 24 horas de estar en la tierra de los gauchos, hizo una calor de 36 grados centígrados…como si estuviéramos en casa.

Salimos del hostal decepcionados. Los abrigos que compramos o prestamos se quedaron en las maletas y como si estuviéramos en La Guaira salimos a recorrer la ciudad y a tomarnos fotos como locos.

Pero la historia climática cambió. A medida que la asamblea cogía calor, en medio de debates, discusiones, aportes, dudas y propuestas sobre la comunicación comunitaria, el frío fue haciendo de las suyas. Dicen los que saben, es decir los platenses que durante esta semana hemos tenido hasta 8 grados centígrados, es decir “una pinga e’ frío “ pues…

A pesar del frío, algunos de los caribeños cuando vamos a cenar insistimos en pedir cervezas…tremendo error porque la birra es una fiel aliada del frío por lo que entumecidos comemos rápido para ir a encerrarnos en nuestra cálido y modesto hostal.

Hoy jueves 11 de noviembre estamos a 24 horas de culminar la Décima Asamblea Mundial de Radios Comunitarias con la Declaración Final y la elección del nuevo Consejo Directivo y todo marcha sobre rueda.

Ahhh estamos aprendiendo a cenar con vino, a cruzar la calle por el rayado y a no botar los papelitos y los vasos de café en la calle.